Llevo un recuerdo pegado a mis anhelos,
esta incertidumbre de saber si aun me llevas dentro.
En ese corazón donde anidé mis esperanzas,
en ese corazón que me dio promesas falsas.
Y es que la agonía del no tenerte me acongoja,
y se me parte el alma cada vez que veo tus notas,
aquellas letras que parezcan ya indelebles
son los dardos envenados de un amor que ya no vuelve.
Son rosas rojas con espinas que me hieren,
aquellos besos lacerantes de tormentos,
deseos de dos cuerpos que se amaron en silencio
y hoy solo quedan, dudas y resentimientos.
Un amor que no se hizo extrañar por las noches,
cuando éramos esclavos de nuestros sentimientos,
y hoy no te niego que me faltas niño mío,
pero no voy a rogarte.
No se ruega el cariño cuando de verdad se ama,
esta vez fuiste tú el que me dejó en un mar de lágrimas,
y no es que sea débil pero extraño esa sonrisa
esas migajas de cariño esa piel hecha poesía.
Esos momentos a tu lado eran una aventura,
entre besos y caricias un desenfreno apasionado
arriesgamos todo por vivir esta locura,
el maravilloso reencuentro anhelado.
Tu mirada el mismo cielo envidiaba
cuando al ver tus ojos no me detenía a observar ya nada,
y es que esas cosas particulares solamente
las compartíamos juntos aunque no son para siempre.
No son para siempre porque así tu lo decidiste,
no te alcanzó con el amor que te entregaba,
querías aventurarte en otro cielo eso me dijiste,
cuando cerrabas la puerta mientras tú te marchabas.
No te bastó mi amor lo sé y te confieso
que tardé tanto en asimilar tu partida,
pero como todo pasa así es la vida
ya llegará el momento que yo sin ti sonría.
De mi parte te agradezco todo lo que no me diste,
no esperaba mucho de ti, pero quise mentirme,
como dándole alas rotas a un amor que volar nunca pudo,
no quiero que sea este el adiós pero concluyo;
Que no todo en esta vida debe ser perfecto,
para ser eternos solo basta dos almas que se amen
a fuego lento.
Kerly Rosario Elizalde Masache
03-12-2020