Entre las invisibles ondas del tiempo,
tira la soberbia a la humilde su vestimenta
con gritos furiosos la soberbia hace tormenta,
parido por sus envidiosos pensamientos.
La soberbia es atrevida, agresiva, ostentosa,
sus ojos son fuego, su boca es violencia
se jacta la lengua de su vanidosa ciencia,
la humilde la mira con silencio y paciencia.
Hay hombre que roba a otro su riqueza,
y quita con atracos el salario al pobre,
no sabe el necio no es riqueza el cobre,
solo humildad y sabiduría sana tristeza.
Es posible ver detrás de humanos verbos,
tanto en pobres, humildes y altaneros,
la humildad será en sabios primero,
los soberbios del ego morirán ciervos.
Gozo es a la mentira regalar alegría,
en hermosos castillos de arena,
al crédulo será su llanto y pena,
no haber oído la humilde sabiduría.
Al padre que priva a sus hijos alimento,
por gastar el dinero en vino y rameras
el destino hará sus calles pordioseras,
por vivir sin humildad ni sentimiento.
Poeta al atardecer.