Alfredo Daniel Lopez

Juana

 

 

Juana


.

La cámara de tortura,
los gritos de las mujeres,
el inquisidor el cura
y un legado de sandeces.

 

Sucedió en miles de pueblos
repartidos por España,
nada debe ser consuelo
ni a la historia se le engaña.

 

Desdichado el Tribunal
de la Santa Inquisición,
donde se hizo mucho mal
en pro de la salvación.

 

Han pasado varios siglos
y este mundo se ha olvidado
que bajo el nombre de Dios...
muchas mujeres mataron.

 

De ellas decían son brujas
y solo eran diferentes,
porque piensan y son cultas
marcan la cruz en su frente.

 

Leerlo después de años
no nos transmite el dolor,
ni la sangre y todo el daño
que sufrieron por amor.

 

Se le acusa de herejía
a una joven de la aldea,
¿su pecado señoría?
- que extraña lengua ella lea.

 

La conocían por Juana,
bella moza de Cigüenza,
inteligente muchacha
y muy diestra con las letras.

 

Un día llegó un viajante
vendiendo pócimas mágicas,
tenía un loro parlante
que al público le encantaba.

 

Cual Melquíades el viejo
sus remedios él enseña,
mientras su loro pendejo
entrega miles de esquelas.

 

Nadie entiende lo allí escrito,
uno que bebe la pócima
de pronto da un veloz brinco
y la lengua rara doma.

 

Quedan tan maravillados
- los en la plaza presentes -
que compran entusiasmados
los remedios del vejete.

 

Juana presente en el acto
ve que dan gato por liebre,
y hablando en fluido polaco
desenmascara al que miente.

 

Hablar es su perdición,
el viajante en su ego herido
la acusa de posesión;
enfadado dará un grito:

 

\"A la hoguera es una bruja\".
Sin saber como pasó
se llevan atada a Juana
a quien ya se le juzgó.

 

El Tribunal la sentencia:
\"En la hoguera que se queme
si ser bruja no confiesa\";
hasta el pueblo a ella arremete

 

sediento de sangre y muerte.
Juana no confiesa, ni al
inquisidor lo convence,
con su trágico final

 

la Inquisición enloquece.
Son años de oscuridad
muchas mujeres padecen,
esa es la triste verdad.

 

Hoy a cambiado este mundo
las mujeres son más libres
pero un dolor muy profundo
en sus genes aún vive.

 

La Inquisición es pasado,
pero la igualdad no llega,
Dios nos coja confesados
todo esto suena a condena.

 

.

 

Alfredo Daniel Lopez
El guardián del centeno
28 - 11 - 2020

 

Auto de fe de la Inquisición (Pintura de Goya, Museo del Prado)