Rosita de Mendoza

Caminar

Me duelen las plantas de los pies,

es de tanto andar sosteniéndome.

Camino y camino alrededor de la plaza

sola al ritmo de antiguas plegarias.

Es noviembre, el cielo se cubre

de grises y pesados nubarrones

invade el aire el fétido dulzor

de los árboles de tilo florecidos

que se mezcla con la humedad del suelo

Un olor a hinojo y lluvia trae la brisa

señal del granizo caído en el campo

Me duelen los huesos de la espalda

cargan el peso de todos los recuerdos

igual camino alrededor de la plaza

me siguen algunos  fantasmas pasados

Está cayendo la tarde tras la montaña

los rayos de luz tiñen de ocres

 las nubes que arrastra el viento

Me llega una suave brisa del Este

que refresca el sudor de mi frente

se me dibuja una sonrisa de alivio

y tímida aparece alguna imagen presente 

mi amado en el patio

y la mesita del mate

y las tres perras

y la gata loca

y vuelvo a casa

relajada 

feliz

Y camino

Siempre camino

aún cuando me detengo

camino.