Almohade

PROCESIONANDO AL CRISTO

 

En esas largas filas de la noche

cuando al fuego lo acompaña el silencio,

la luz de los cirios forman racimos

con destellos bajo luz chispeante,

bailando el humo juega con las sombras

dentro del propio ser que se estremece,

al ver su luz que le mece en la cuna

vigilante de que nadie te toque.

Llega el cristo cubierto por el palio

con atenta mirada en esos ojos,

el silencio crece y todo se para

atrapándote dentro de la noche,

y un espejo se refleja en tu ser

que con lento paso vibra también.

La fuerza de esa imagen que te abriga

al compás de dulces notas que suenan,

y con su largo traje, tu alma cubre

la desnudez de esta noche de luna, 

al ver que el cristo se va desangrando

crucificado por tí en su madero.