ALVARO J. MARQUEZ

DESINHIBIDA

 

\"Cuando te desnudas quieres decirlo/ a ver si por fin se te entiende,/ que lo bueno hay que exhibirlo/ y lo que no se exhibe, no se vende\".

 

Besaron tus labios y te hicieron soñar

y pasan las horas y no dejas de hacerlo.

Sientes que ese beso te enseñó a volar

por un cielo que te tiene que pertenecer,

porque aunque te dijeron que no debe ser,

quieres mil veces llegar a tenerlo.

 

Te abrazaron con pasión tan descomunal

que sentiste que ni siquiera respirar podías,

pero respirar o no te daba por completo igual,

tan sólo querías que te apretaran esos brazos

y aunque te prohibieran seguir sus pasos,

una y mil veces sabes que sí los seguirías.

 

Te gusta ponerte esa faldita que es tan corta

aunque sabes los comentarios que levantas,

asumes sin embargo actitud de que no importa,

las ocasiones así no son frecuentes o eternas,

los deseos de mostrar tu figura, tus piernas,

están muy dentro de ti y ya no las aguantas.

 

Sales atrevida en toalla de tu cuarto o del baño,

hay ojos pendientes aunque nadie lo confiese;

te sonríes muy pícara y sucede algo extraño,

la toalla que te tapaba todo de pronto se cae

y ya para verte bella y desnuda no se distrae

nNi siquiera aquel que más distraído parece.

 

Quieres que te vean, ¡deseas mucho que te vean!

La puerta de tu habitación ni bien cerrada está,

no sabes si pecas, pero te llena saber que te desean,

que tu piel palmo a palmo está siendo observada,

que eres el blanco fijo de más de una mirada

y que eres muy hermosa, alguien susurrará.

 

Está muy atrevido ese escote que ahora usas,

pero ya esas críticas no hacen que te asombres;

dicen que de tu coquetería, de tu belleza abusas,

tú dejas que sus reclamos suenen y resuenen;

total, si eres una pecadora a ti que te condenen

al infierno donde mandan a todos los hombres.

 

Nadie para ti puede erigirse ahora en tu juez,

no existen según piensas, verdades absolutas;

hoy prefieres que te odien o te envidien tal vez,

personas de una moral discutible en sus mentes,

que parecen por fuera unas damas decentes

y por dentro esconden que son unas putas.

 

Original de Álvaro Márquez
Caracas, Venezuela
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