yito

Perdonen.

 

En versos a la tibia piel desnuda

que describan yo dejo a los poetas.

Ellos al escribir no tienen duda

que lo llamado amor, no tiene grietas.

 

Por más que lo deseo no es de ayuda

hablarle de la luna y sus facetas.

Es deber de la pluma ser aguda

y dejar que sus aguas bajen quietas.

 

Sin rencores le dejaré a la mía

que intente a través de una poesía

contarles de una  piel como la nieve.

 

Perdonen si ella solo habla de espinas

anduvo demasiado entre las ruinas

de una ilusión de amor, pequeña y breve.