Dailyn Arce

El paso de los años

 

Es comprensible que a estas alturas
ya no te extrañe, intuyo que me hastié,
adolecer la privación de tu existencia
condujo a la anulación de mis propias fuerzas.
No es de extrañar que a estas alturas
mi vida haya evolucionado, que convergiera con un amor,
que ya no evoque tu nombre.
Parece ayer cuando embravecida la nostalgia
me salpicaba con tu rostro en cada persona,
las cosas abominables tienden a ser así, prescindibles, superables.
Es explicable que ya no te piense, después de todo,
el tiempo prefiere abstenerse en ocasiones, torturar el alma,
luego cuando aburrido y abrumado por la estaca,
descubre el momento de que fenezca su juego,
cura la llaga y la ausencia se torna invisible.