juan sarmiento buelvas

SIN HUESOS NI CAPARAZÓN; DE ESE MOLUSCO LAS FUERZAS ME DEJÉ SUCCIONAR.

 

¿Qué podré de tus tentáculos escapar?

 

¿acaso no sé?

¿qué fue tu pico

el que me supo esclavizar?

 

Puedes percibir mi perturbación,

cuando sientes mi desesperación.

 

Detectas mi vibración

Hurgando entre las grietas de tu mansión.

 

Me dejas ingresar a tu palacio subliminal,

y atrapado quedo en la estancia de tu umbral.

 

No debería todas mis energías gastar,

aunque de antemano,

sé que todas las voy a necesitar.

 

Escapar con facilidad,

aunque quisiera,

seguramente no pudiera.

 

Y yo sé,

que, aunque lo lograría,

fácilmente no lo desearía.

 

Con divino placer,

succionaste mi fluido vital,

y tirado quedé,

como un agotado semental.

 

Y finalmente,

nos miraremos cara a cara,

frente a frente.

 

Y después de un beso,

largo y cadencioso,

sé,

 que ni siquiera preguntarte pudiera ,

si largarme quisiera .

 

porque ni fuerzas para eso me quedaría,

y como si me asaltara un temor,

de todo corazón te quisiera decir Amor.

 

A tu oído muy quedo,

te susurraría,

Chuchi, chuchi, chuchi.

Y tú,

Me gritarás

con voz de animal jadeante,

¡¡¡CONTINÚA, ADELANTE!!!