Caramelo de Ricina

Asfixia

No te quedes quieta, 

vuélame. 

Que si tocas tierra

me hago agua.

No me dejes tu nombre que 

lo voy a llorar y gemir 

en bocas

abiertas 

sin hambre 

para saciar manos.

 

El 

pasado 

es 

voyerista 

y tengo la piel invertida 

desde el sueño con tu lengua

que no es cómoda, 

que es ruido,

que es mancha, 

que no para. 

 

Bajas 

con tu alma cárnica,

subo

con latidos cenagosos.

 

Mientras duermas entre las mariposas,

te voy a comer el cielo.