Carlos Hector Alvarez

FrustraciĆ³n

En un rincón

de mi afiebrada mente.

escucho la suave melodía

de una vieja canción.

Una canción

que me recuerda

cuando pensé en conquistarla.

¿Lo recordará?,

sin permiso de sus padres

aceptó bailar conmigo,

era muy joven e inocente,

yo la apretaba entre mis brazos

ante la mirada

furiosa de la madre.

Ella apoyaba la cabeza en mi hombro

como si buscara protección,

yo sentía en mi pecho

latir con fuerza el corazón,

mientras le hablaba de mis sueños,

el de vivir juntos los dos-

Ella me decía con los ojos

que gustosa compartía la ilusión.

Bailó conmigo toda la velada

alimentando más aún las ansias

de hacer mío su corazón.

Al despedirnos,

me dio su nombre y dirección

la busqué por cielo y tierra,

su nombre al parecer

salió de un almanaque

y la dirección, casi me muero,

era la del cementerio del lugar

Entonces me di cuenta

que caí como un chorlito

que solo quería bailar,

para no perder la noche

entre planchar y planchar-