Yamila Valenzuela

Dos almas.

 

 

 

Aquí están nuestras almas

con rosas de fuego aterciopeladas

en nuestros corazones encajadas;

aquí están las ensoñaciones

las verdades, las intensas emociones.

 

Aquí están nuestras noches, nuestras madrugadas

nuestras mañanas, de sol tibio, de luz y rocío;

aquí están nuestras lindas tardes de fresco otoño

con un roce, con un guiño y un beso y una mirada

que acallan las innecesarias palabras.

 

Aquí hay una sonrisa y una vida enamorada

más dos alas, dos alas que vuelan

en el silencio de la cañada

cuando dos manos se entrelazan

en una suave y soñada balada.

 

Así se encuentran nuestras almas

bailando, con el rocío de la madrugada.

 

Yamila.