Alejandro José Diaz Valero

Dialéctica razonable

Para un poeta es la poesía

la única esencia de su razón,

igual para un ingeniero, lo será la ingeniería

por ser esa su noble profesión…

Ambos entregan a cada una su dedicación,

uno en metafórica rima se expresa,

mientras el otro investiga la ciencia

entre aditivos y catalizadores

y a veces subestiman a los trovadores

por falta de razón o inteligencia.

 

Mientras aquel intenta el mundo transformar

con idílicos escritos y canciones,

este estudia propiedades y aplicaciones

con substancias del mundo natural…

se interesa en energía y densidad

y a través de método cualitativos

hacen su aporte investigativo

y olvidan la labor del bohemio que escribe,

Aquel que entre líneas y borrones vive

su mundo entre sueños construido.

 

El poeta en su mundo de soledad

construye en su mente un elevado trono.

El ingeniero entre elementos que no poseen carbono

descubre lo inorgánico, y eleva su ego

entre cálculos de raíces y cosenos;

calculando el tiempo y la masa,

mientras el poeta su mocedad la gasta

entre párrafos que recogen su inspiración,

lanzando al mundo su noble corazón

que palpita ilusionado y no se cansa.

 

Esta dialéctica de Ciencia y Poesía

algún día se acabará…

ambos son útiles a la sociedad

porque al faltarle alguno sucumbiría…

uno le lleva sueños y alegría

y el otro le entrega su conocimiento;

ambos son inquietos como el viento,

y ambos como el agua,  necesarios son:

hagamos de la ciencia una bella canción

y de la poesía, un gran experimento.