SOY.-

Lamento ...

 

Lamento …

 

Ganador, escribe victoria;   

eso es algo bien sabido.  

¿Pero es todo lo ocurrido,  

o mucho se perdería?  

No se cuentan alegrías;  

del pueblo no es autoría.  

Jamás él abusaría,  

matando su propia vida.  

Quedando abierta la herida.  

¿A quiénes afamaría?  

 

Pleno poder obtendrán,  

sin que nadie se lo diera.  

Pero igual nada prospera;  

a los otros, inculparán.  

Solución no encontrarán;  

pero exigen austeridad;  

de comer, no hay necesidad.  

No deberán preocupar,  

a quien se tiene que ocupar.  

de administrar felicidad. 

 

Sigue girando esta noria,  

en fatídico destino.  

Les va marcando un camino, 

que nada tiene de gloria.  

Dejándolos sin dominio,  

van perdiendo la esperanza.  

Vana promesa, no alcanza  

para llenar sus barrigas.  

Otro, no tiene fatiga, 

engorda su propia panza. 

 

Mientras, para entretenerlos,  

con peores, los comparan.  

Lealtad  abogarán,   

como para no alterarlos.  

Hasta lograr agotarlos;  

para irlos acostumbrando,  

a que sigan esperando.

Con sus ilusiones muertas;  

en alacenas desiertas,  

la comida procurando.  

 

Del hombre, es esta su historia,  

a lo largo de los siglos.  

Siempre queriendo domarlos;   

por otros, siempre moría.  

Desechado como escoria;  

como esclavo maltratado.  

Por los propios traicionado;  

para obtener así poder.  

A fuerza de a todos joder;  

sin nunca ser condenado. 

 

En presente hoy viviendo,  

mezquina satisfacción,  

perpetuando la adicción.  

Torres hasta el cielo alzando;  

toda riqueza ostentando;  

ante ahuecadas, vacías manos, 

pidiendo comida ¡Hermanos!

No los sigan ocultando,  

a esos niños suplicando,  

al igual que sus ancianos.  

 

Sin sueños en  horizonte,  

el espacio de avatares.  

Se perdieron los amores,  

en el infierno de Dante.  

Pero todo tan campante 

¡Siguen con vuelo rastrero;  

comiéndonos hasta el cuero!  

En su exuberante ilusión,  

de la opresiva posesión;   

nos someten con dinero.

  

Con IP, nos van marcando;  

nadie quedará orejano.  

Aunque se crea lejano,  

lo van al yugo afianzando.  

Continuan avanzando,  

ofreciendo lo que quieras;  

si con ellos bien coperas.  

Nuestra libertad perdemos;  

ideales sumergimos, 

bajo míseras quimeras.

 

                        José.-