Septiembre viene con llanto y dolor de flores,
la primavera no olvida rosas baleadas
con ojos vendados y ocultos con palas,
de miles de bellos pétalos soñadores.
Vienen cantando con voces de amapolas,
desde el mar hasta nevada cordillera,
otros son rosas cantando desde afuera,
de obligados exilios a vivir vidas solas.
Es la voz de septiembre de extinta alegría,
clamando justicia en el cielo de estrellas,
con claras melodías testifican todas ellas,
del odio, terror y quebranto de un negro día.
Son muchas voces desde fondos marinos,
de cuerpos lanzados de barcos y veleros
vientres abiertos anclado a aceros,
encadenados por crueles asesinos.
Es himno de libertad claro y fuerte,
en voz del rocío libre, la lluvia y las flores,
sumado es el sentir de invencibles amores,
con quien no pudo jamás la muerte.
Cantan los que en el cielo ya están,
viendo con ojos sin vendas de muertes,
Victoria! Victoria! Cantan voces fuertes,
voces de cielo de los que nunca morirán.
Autor: Poeta al atardecer.
Octubre de 2020.