Jorge Horacio Richino

EL SEÑOR DE LA VANGUARDIA (Camilo Cienfuegos)

 

 

Hoy veintiocho de octubre

rinde tributos su pueblo,

al comandante que ha muerto

con una espina en el pecho.

 

Quizá astilla traicionera

la que selló su destino,

por ser distinto a los otros

muy noble… nunca ladino.

 

Gran honradez nunca sirve

en mundo de gente inmunda,

que nunca ha de hacer el bien

y si puede te sepulta.

 

No sirven los homenajes

que rinden los traicioneros

… lo hacen por disimular

que eran grandes compañeros.

 

Sin duda ha de ser molesto

el tener que padecer,

que se proyecte una sombra

a las ansias de poder.

 

Por esto y por mucho más

que hoy no voy a relatar;

de esos sucesos pasados

me surge al fin razonar.

 

Que la imagen que me queda

sobre esa  revolución.

¡Fue un engaño para el pueblo

… que se engulló una traición!

 

 

 

 

Jorge Horacio Richino

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