VITRALES DEL ALMA

EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

 

 

 

*

La noche rasgó su silencio y gama interminable de divinos luceros alumbró la tierra. Al instante, delineó  en mi alma, el pincel mágico que sacudió mi cuerpo y agitó la tinta.

  

Meditabunda y caminando en círculos,  alrededor de mi hermosa cama, me deshice de la blanca túnica que arrastra  mi espalda y  entre mis dedos  se inquietó la pluma.

  

E ipso facto, florecieron rosas en mis cadenas rotas,  y de las sangrantes  heridas renació la vida. Más que un lamento en las débiles hojas,  es una daga clavada en la espalda.

 

Y ese silencio… silencio que cierra tus labios y ahoga mi alma,  me lanzó  inclemente a tus zarzas ardientes.  

 

* Imagen del muro de Islam Gamal.  

Luz Marina Méndez Carrillo/26102020/ Derechos de autor reservados.