AlfonsinaELK

Epigrama XXII

Ahora sonrojada le hablo a mi Padre
para contarle el porqué huelo a miel:
Tú excitas mi alma, que está en remanso.
Tú agitas las aguas, me creo un lago.
Colocas tu cisne a revolotearlas,
y el dulzor se me derrite, como el ocaso.
AlfonsinaELK