Eduh Siqueiros

UNIDOS EN EL PROFUNDO MAR DE NUESTRO FUEGO HÚMEDO

En esta inmensa pretensión en la que te pretendo
soy tu fiel pretendiente y rezo por un beso de tu boca loca
mientras va mi suspiro hasta tus manos
y a su lado mi azulado arrobamiento.

Al suspirar suplico con suspicacia que mi sucinta somnolencia
tan sutil desde su supeditación suprema se sumerja
de forma sugerente en tu sublime sufrimiento sugestivo.

Quiero sanar tu color, quiero sanar tu olor,
para que vivas en mí cuando yo ya no respire.
Quiero matar tu dolor para que nunca mueras
y vivas en mi sosiego más allá de la muerte.
Quiero besarte mientras cierras tus ojos atentos
y abres tu boca dormida y navegamos unidos
en el profundo mar de nuestro fuego húmedo.

En el minúsculo contacto de nuestros labios
será mayúsculo el abrazo de nuestros corazones
que unirá a nuestras almas, para eternizarnos en nuestras almas,
desde la unificación de nuestras almas,
por la pasión de nuestras almas.

En un paraje onírico creado por ambos
amanecerá el alba en un nuevo día
en que han de reverdecer las verdes plantas primaverales
y ahí mismo te sujetaré con mis manos
tan hambrientas de ti para no dejarte ir jamás
y te llamaré mía durante un millón de años luz,
que siempre por tu vida mi vida, por tu eternidad la mía.