omu

amorosos estudios

Con animación
la niña leía.
Su pelo lacio,
recogido,
hecho una coleta,
brinca, revolotea
de letra en letra.


Las palabras descubre con asombro.
Unas Oes le sirven de pelota,
las Ies se yerguen desenvueltas,
descifra contenidos,
aprende sin revueltas.


Negros, estirados,
apuntando a las orejas,
sus ojos describen compases,
le acarician las consonantes,
le masajean las vocales,
Enes y Eses serpentean,
zigzaguean, muy abiertas.


Son seis años los que la separan,
del inicio,
de la eclosión de sus sentidos.
Son seis tomando los postres,
aliñada por unos sentimientos
francos, puros, limpios,
manantial de delicados estribillos.


Sus manitas acogen al libro,
el libro sonrie ante su presencia.
Nació sin saberlo,
sin saberlo, para ser feliz,
feliz, siendo un pajaro libre.
Describe trazos su corazón
y su mente en el aire,
la inocencia lanza guiños,
construye con sabia destreza.


Amor de madre,
madre que ama
las sílabas conjuntadas
en la lectura,
de su hija bien amada.


Construyen juntas
un cuento real
de mariposas soñadoras
y de beneplácitas hadas.
Barajan unas cartas
provistas de canciones,
dibujan esmeradas labores,
la pericia está sobre el alza
de montañas dócilmente domadas

y con nevadas flores cubiertas.


Con dedicación y esmero
solícita desprende la madre,
pone la leche en la mesa
mientras unta las tostadas.
Con la mantequilla de sus vacas
y la miel de voladoras princesas.


Gestos amorosos:
tiernos, dulces,
comprensivos y sabrosos.
Ellas preparan juntas su hogar,
cocinan, sacan el polvo,
estiran las sábanas,
tienden la ropa
y reciben al padre.
Preparan una espléndida jornada.

su familia es nectar jugoso

desprende ese amor que respeta.