Alfredo Saez

-Surrealismo-

 

 

Profanaste todas las tumbas

suspendiendo los descansos

y en vez de flores en rumbas

 rugieron los tigres mansos.

 

¡Maldito! setenta veces maldito

con tus relojes chorreantes

grietas  del hogar donde habito,

fuga de tenaces gritos alucinantes.

 

Para qué esa luz de primavera

si la noche clausura los andenes

cuando ahítos llegan los trenes.

 

Carga de memoriosas osamentas

jornadas y solanas corren lentas

y todo ¡todo! se vuelve tapera.