FELINA

ERMITAÑO DE MI AMOR

Recorro caminos

 

dorados de trigo,

 

busco el amor

 

con el viento a favor,

 

mis pasos me llevan

 

como ágil gacela,

 

respiro la esencia

 

de lirios silvestres,

 

pisando la alfombra

 

de humeda grama,

 

marco mis huellas

 

que no he de pisar,

 

cuidando que la brisa

 

no las vaya a borrar.

 

A donde irá el camino

 

que me indico el destino,

 

ese que señala

 

la ansiada libertad.

 

Yo  voy con mis delirios

 

buscando a mi amado,

 

con la fe verdadera

 

que lo voy a encontrar.

 

Voy avanzando

 

contenta y cantando,

 

la fresca matutina

 

me ha de acompañar,

 

Rompe aquel silencio

 

de los pájaros sus trinos.

 

En esta mañana quieta

 

mi alma se inquieta,

 

se acelera el pulso

 

las manos me sudan,

 

me tiemblan las piernas

 

mi boca se acalla,

 

mis pasos se acortan,

 

hay ausencia del aire,

 

tengo un nudo en el pecho,

 

mi corazón se contrae

 

pareciendo estallar.

 

Los sauces llorones

 

con suave follaje,

 

acarician mi cara

 

me hacen sonrojar...

 

¡Porqué estoy tan tímida

 

si soy tan locata!

 

No he visto a mi amor,

 

no conozco su faz...

 

¿Acaso no es eso

 

suficiente razón?

 

Con pasos ya lerdos

 

sigo avanzando...

 

¡Que maravilla!

 

Diviso una villa

 

al final del vergel.

 

Con ansias...sigilo

 

a ella me arrimo.

 

Un ...dos...tres golpes

 

con aquel aldabón...

 

Una voz se escucha,

 

preguntan... ¿Quien es?

 

Yo estoy casi muda

 

y con voz temblorosa

 

respondo soy yo.

 

Se abre la puerta

 

bisagras rechinan,

 

me muero de susto

 

me quedo perpleja.

 

¡Oh!...No puedo creer,

 

mis ojos que ven...

 

¡Es una belleza!

 

¡He encontrado el amor!

 

El es un hombre

 

de negros cabellos,

 

una que otra cana

 

adornan su melena,

 

sus ojos dos lagos

 

de fúlgidas aguas,

 

dulce la mirada

 

y serena a la vez,

 

mejillas rosadas

 

risa que encanta

 

como un cascabel,

 

manos refinadas

 

que escriben poemas,

 

surcos en la frente

 

le dan madurez.

 

Sus brazos son fuertes

 

que abrigan...que abrazan

 

con tibieza y candor.

 

¡Ermitaño de mi amor!

 

Te andaba buscando

 

para soledades compartir,

 

fusionar corazones,

 

por la vida ir

 

sembrando ilusiones,

 

hilvanando deseos

 

que estan comprimidos

 

por meses...por años.

 

Los destellos de su mirada,

 

se encontraron con la mía,

 

se nos iluminó el rostro

 

con la luz que da el amor,

 

no nos dijimos nada...

 

Solamente callamos

 

y con un suspiro y un beso,

 

sellamos nuestro amor.

 

Felina