Jacqueline Cid

Sed

En el sombrío de la luz,
en el vino sin decencia,
amada turbulencia.
Aquí o allá me invade de los pies al alma.

En la sed del agua.
Espero despertar al siguiente día
y no preocuparte más mi amada,
que me estoy yendo y no lo notas.

Te miro sin cesar todos los días
y espero con ansias la hora en que deje de hacerlo;
dame tiempo, prometo irme
hasta que te olvide.

Dame tiempo hasta que deje de doler,
Intenta quedarte hasta que me reconstruya
que este dolor, amor mío, no cesa.
Aquel que no sabe, no deja de arder.

Quiero que te quedes,
para cuando vayas de flor en flor
me recuerdes,
para que veas que la sed, con el vino no basta.

 

-Jacqueline Cid-

 

Con amor, A.