Cristino Alberto Gómez

Estoy despertando triste

En un rincón del bohío,

hace rato pregunté

si otra jarra de café

me podrá calmar el frío.

¡Qué amargo el destino mío!

¿Qué será, por qué te fuiste?

Aunque por gracia me diste

el duro golpe final,

¡yo no estoy durmiendo mal,

estoy despertando triste!  

 

Pasan ánimas y penas,

la brisa, la soledad

y aluzando la verdad

cocuyos y lunas llenas.

Las carcajadas ajenas

murmuran lo que me hiciste;

esta vez que no volviste,

riego mi dicha de sal.

¡Yo no estoy durmiendo mal,

estoy despertando triste!