Carlos Brid

DEMASIADOS DÍAS

DEMASIADOS DÍAS Lastiman los días, las llagas no sanan algunas veces, el aire viene con voces lastimeras la arena nos duele como miles de hormigas cuando el viento barre la vereda del mar. Este septiembre no nos reúne las flores no alcanzan, el miedo no duerme los brotes ayudan sí , pero no llenan el cántaro de la alegría, no nos sostiene. La lejanía es una mirada ausente, opaca y el cielo no tiene marcas azabaches solo un incansable azul que adormece y una profunda voz que canta una letanía. Demasiados días, eternos silencios como si el mundo fuese un reloj sin cuerda un dibujo no terminado, un quebranto al acecho ya es mucho el tiempo, demasiados campos vacíos. ¿Dónde están las fuentes de la fe? ¿Dónde están los templos y sus dioses? ¿Cuál es la ruta que nos lleve a la cordura? ¿Cuándo diremos que el pasado se ha ido? Y si empezamos a darle vida a un delirio inventar por decir, un color distinto creer sin querer lo que siempre se quiso y borrar con el codo lo que escribimos arriba. Carlos Brid