Yadira Castell de Oro

EXTRAÑAR

Soltar un beso al aire en una mañana que abraza en frescura que atrapa y perdura lo que el día da,

es natural.

 

Perderse en la imaginación y crear un  momento vivo, sencillo, enigmático, tan imposible de pertenecer al vano andar de este mundo que gira sin cesar;

es irresistible.

 

Llorar raudales, sentir que con la corriente el alma se va y desemboca en  mar; hasta quedar seco como hoja  del último otoño de los otoños,

es sanador.

 

Sentirse habitado por arte como en canción de Silvio y desprenderse de la superficie de esta tierra que por más que se pisa no pertenece;

es libertad.

 

Desear arrancar la raíz de una semilla recién germinada durante una inesperada e irremediable crisis de realidad es pasajero porque lo único cierto es el sentimiento, y eso ... eso

es una verdad.