mercedes soto

Farolera



Si  mi  vida  se  perdiera  en  el tiempo
y tuviera  que  dar rumbo a  estos  pasos  perdidos,
añoraria  quemarme  en  el resplandor de  una llama
o  más aun,  ser farolera.

Cada atardecer,
dependería  del toque  mágico  de  mi presencia
y cada  romance renacería
al yo encender las llamas.

Viviría enamorada  del romance,
enamorando romanceros.
Sería tan   necesario  mi detalle,
como la  caricia  más  esperada  de un adolescente.

Perpetuaría   mi presencia,
plasmandome  en   una lumbrera
y al nacer  un   nuevo  día se provocaría  mi muerte.

Más  en  el ímpetu   nostálgico
de  un  rutinario atardecer, renacería.

Llenando  mi ser con todo el encanto
de  nuevos  amores   que  surgen
cuando se  hace  en  sus   vidas  presente
la llama del farol