Jercent

Me llegas en la tarde gris

 

La  tarde es fría y cae una llovizna que hace cerrar los ojos, nosotros seguimos charlando en aquel café que encontramos de casualidad,  suena un tango en el fondo del salón, creo que alguna vez lo oí, pero no recuerdo su nombre, entran casuales ráfagas heladas enfriando  nuestro tercer café, yo no dejo de ver  el movimiento de tus labios que me hablan de los recuerdos, de cada vez que coincidimos en esta vida de raticos prestados a la felicidad.

No he tocado tu mano, se ve lejana, seguramente fría, tus palabras me llegan de tiempos pasados haciéndome  soñar con instantes pasados que volaron, como han volado estos momentos.

Siempre te he soñado, que  ya no recuerdo cuales momentos fueron reales y cuales eran parte de mi imaginación, viajamos en esta vida con una maleta de recuerdos y se nos van quedando en cada parada, en cada maleta.

Te he llevado por mucho tiempo dejando recuerdos y confundiendo sueños en cada parada, dejando vivencias en cada estación, te recuerdo ahora como siempre, viendo tu boca moverse pronunciando las palabras que soñé, que esperé por oír, no salen de un aparato y me cuesta trabajo reconocer tu verdadera voz,  verte hablándome y sintiendo el calor de tu aliento, el cambio de tu expresión con cada recuerdo que tal vez solo este en alguna memoria tuya.

Quiero pedir un vino,  una botella, un Malbec para acompañar con ese tango que sigue sonando a lo lejos, seguro que me ayudará a adormecer este sentimiento de no saber diferenciar la verdad de la ilusión, ya no me importara si eres real, si tu ultimo recuerdo sea parte de mi imaginación, si no recuerde que viniste, que te vi, que saboreé tus labios, que percibí tu perfume  y me enredé en tu cabello tratando de guardar su olor por si acaso era la última vez.

Eres la fantasía del momento que nunca llego, que solo paso en alguna dimensión que soñé o que sigo soñando, nuestras vidas se cruzaron sin alguna razón aparente y así siguieron por años, entrelazadas en la memoria sin memoria, sin vida, sin tiempo, solo viviendo el embrujo de la ensoñación en besos fríos de pantallas e instantes robados a fuerza, de perder la vida real, esa que duele y nos hace respirar, la que  acelera el corazón al sentir que se acaban nuestros minutos.

Lleno tu copa y brindamos por estar juntos, yo en el fondo dudo de esta realidad, pero el vino por lo menos es real, sigue el frío que se mete dentro de mi piel como recordando todos los años que han pasado, mis manos ya lentas no se atreven a moverse, solo rozo tus dedos temeroso, no recuerdo que sintiera miedo alguna vez y no sé si esto es miedo, se siente raro, es una inmovilidad que paraliza.

Te veo igual que siempre, sigo viendo mover tu boca, como me cuentas de momentos que alguna vez pasaron, que viviste,  sé qué   los viví de alguna manera a tu lado, solo estabas.. aparecías, te ibas, la pasabas mal o bien y yo estaba ahí a tu lado, cercano y lejano, presente y ausente, Despierto o soñando.

No sé si siempre estuve, tal vez fue  solo un sueño del que ahora despierto, vamos por nuestra copa de vino, yo sé que no pasaras de la segunda y solo espero llegar a acabar esta botella buscando algo que me diga que no estoy solo soñando en mis recuerdos.

En esta tarde gris apareciste, nos tomamos los cafés que alguna vez nos prometimos, mis ojos al cerrarse te ven igual que ayer, me hablas y siento  que nunca has estado fuera de mí, tus labios siguen nombrando los momentos, la tarde sigue siendo gris y cae la lluvia.

Dime que estamos vivos, que el sueño que vivimos no se acabó, sigue siendo nuestro momento, no he preguntado cuando te vas, seguramente me dirás la fecha de regreso y no podré detenerte.

Este puede ser nuestro último café, nuestro último vino, el frío empaña los cristales, tu voz como un suspiro me cuenta  historias que puedo recordar en nuestra memoria colectiva de momentos de sueño que los hicimos realidad para nosotros.

Tu perfume se mezcla con el olor de tierra mojada y recuerda mi niñez cuando miraba caer las gotas de agua en los charcos que se formaban,  que me recuerdan ya tus besos húmedos y cortos, tu piel lisa de terciopelo y tu cabello que me embriagaba.

Ahora hay nieve en mi alma, las gotas de agua y el olor de tierra mojada están tan lejanos como el momento que te sentí suspirar a mi oído.

Tomo tu mano entre la mía, aquí estoy ya poco valgo, arrastro aquella tarde que vi solo el atardecer, recordando tu perfume y viendo como me acompañaba la luna.

Te quedas callada con la mirada baja, siento vibrar tu cuerpo, han pasado muchos años y las nieves del tiempo nos han enfriado el corazón y las llamas que prendieron fogones de carbón ardientes ahora solo ponen luces en nuestros ojos cansados.

Pasan los momentos, no se soporta una ausencia más ya sé que pronto te iras de nuevo, puede ser nuestro último café, nuestro último vino.

De lo que he vivido he  aprendido a atesorar los momentos que considero reales, pero nuestra fantasía me impide darme cuenta que este momento es el más real que he vivido contigo.

Veo las luces en tus ojos y sueño los momentos que pasamos sin estar juntos, viviendo vidas paralelas, ahí siempre estuviste para mí, ahí siempre estuve para ti y ahora estamos tomados de la mano sientiendo la soledad de la distancia, de saber que eres parte de otras vidas que te pretenden, que te llenan, de ciudades lejanas que te reclaman, Como me reclaman a mí, mis raíces que están profundas en esta tierra.

Otra vez echaré ilusiones a volar, para mí seguiré  buscando la realidad en la novela de la vida, en ilusiones que llegan de momentos, esta vida nos  llena de ratos, de historias, de personas, que llegan para dejar notas, dulces, ácidas, amargas, todas necesarias en su  momento,  todas placenteras.

Tú me llegas con las notas, de alivio y dolor,  como la vida misma, como la gran enseñanza, que nunca acabo de aprender.

Te miro besar la copa y te pido que me acompañes a tomarla, que dejes el miedo a lo desconocido, vamos a encontrarnos en un momento diferente en algo no seguro, la vida nunca lo ha sido.

Vamos por la segunda copa de vino, tus mejillas se tornan más rojizas y muestras aquella sonrisa que recordada  en momentos robados al tiempo y que  quedarían en mi memoria.

Te quiero besar, pero siento que no lo necesito, que eres mía ahora, siento como me aprietas la mano y tus ojos me dicen que no sueño, estas ahí.

Eres mía, siempre lo has sido, te ríes irónica como siempre, desafiante y yo busco tu boca en un beso de toda una vida…..