Luis Laguna

13/03/20

Recordé esa sonrisa y pensé,

ojalá no sea la última vez,

recordé esa sonrisa y pensé,

ojalá durase para siempre.

 

Con una mirada tan brillante,

donde podía verse el futuro

yo te miraba y no quería ir a ninguna parte.

 

Tan cómodo en tu silencio y tú en el mío,

tan cómodo en tu sonrisa, que encajaba perfecto con la mía,

sintiendo tus manos frías, que calentaban mi cuerpo,

teniéndote tan cerca, sintiendo tu aroma

sintiendo la brisa de las flores en tu amanecer.

 

Cayó la tarde y te sentí tan libre,

cayó la luz en nuestro mar de calma y te abrace,

Sintiendo tus alas con las que habías volado hacia mí,

deseando que los segundos fueran eternidad.

 

¿En qué piensas?, preguntabas con gran gesto de ternura

“en nada” respondía volviendo hacia ti,

Como decirte que mientras pensaba eso,

mí universo ya hacia una revolución por ti.