Te perdí entre el infinito arenal costero
entre la salinidad marina tu vida oculta
estas ahí, pero no te puedo ver
No puedo tocarte con mis labios
No puedo juntarme a tu piel dibujada
una guitarra tu silueta.
Te perdí en la espesura del tiempo
entre las estrellas de tu olvido
entre el bosque de tus besos
entre el murmullo de la tormentosa gente.
Te perdí entre el vacío de la vida
en el vacío de los astros
en el vacío de los átomos
en el vacío de tus huesos humedecidos
entre el néctar jugosa existencia, tus besos.
Te perdí entre los besos regalados del abismo
entre el viento llorando tu partida
entre el polvo ocultando tus caricias
entre la vida, tu vida oculta
Viviendo en mi muerte, la fertilidad de tu belleza.
Te perdí en el tiempo infinito
en el polvoriento camino, nuestro testigo;
en el trinar de las aves, tus cantos
mis sueños galopantes masticando días alegres.
Te perdí entre los cacahuales
entre la pista de nuestra dulzura,
entre mis dedos escurridizos
entre el horizonte infinito ya no te veré.
Hasta nunca bella flor
sólo tus aromas labiales llevan mis alforjas,
entre el dolor inexplicable del oleaje
te perdí.