EL QUETZAL EN VUELO

ERES COMO AQUEL SUEÑO

Eres el sueño que mi almohada tejió en muchos insomnios sin terminar, eres esa pequeña pesadilla que se escabullo por copas de vino, cigarrillos y tres tazas de café que mi guitarra quiso minimizar en varias canciones sin lograr que desapareciera, pues veo que sigues ahí, fastidiando el verso, queriendo aparecer en sus letras.

 

Ya ves que soy difícil de apisonar en un verso y fácil de cautivar en una almohada y si se trata de la mía, que me da malos consejos, pue soy un rehén de romances que no quiero y que al final de la noche creo que tendré que vivir y Tú eres una casualidad, de esas que las cuerdas de mi guitarra están llamando a esta hora incierta de la casi mañana.

 

Pedirte una explicación de como apareciste, es como dar cuenta como me involucre con tus labios, cosa que te aseguro que no sé, pues al bajar del escenario ya estaba siendo masacrado en tus labios y tus manos me estaban encerrando en esa prisión pasional de la que no quiero salir y soy feliz en esa cárcel vaginal en la que me tienes retenido.

 

Ven, pisa la cuerda quinta y que su sonido trascienda las virtudes virginales de tu condición y olvídate de todas aquellas cosas que dice la tarde herida de mi canción. Mi verso es uno solo y el eco resonante de tus besos animan tus pechos erguidos, que de nueva cuenta me están llamando a esa parte del camino de curvas peligrosas

 

 

No, no vengas por mí, no seas real; sigue siendo ese sueño continuado, esa imagen borrosa que viene y se sacia de mi ensueño y luego va y lo cuelga al final del arcoíris, cuando aún ni ha llovido, pero la gracia de un sueño ha hecho aparecer y tu risa ha traído una lluvia de estrellas que para frenarla ha sido necesario despertar el arco iris.

 

No te niegues a ser realidad, cuál es tu afán de seguir siendo sueño, si mañana al despertar y con el primer cigarrillo, serás parte de las imágenes danzantes del humo que se disipa con los primeros rayos del sol, que piden una luz entre tu amor y la realidad misma de existir. Dame solo una razón para no ser real. No quiero que siga siendo sueño.

 

Eres mi secreto, el sueño que siempre me espera en mi alcoba, el que se esconde en la cuerda quinta de mi guitarra. Eres quien siempre sorprende a mis letras al ponerle sonido a esas sensaciones que van tomando forma de palabras, y se montan en notas discordantes, para ir conmigo y esperar despierto ese sueño una vez más.

 

 

 

 

LENNOX

EL QUETZAL EN VUELO