Anaris

DESEO

Me desvanecí,
en los brazos de la ilusión
sucumbí,
al eterno sueño del poeta,
y desde la espesa niebla
que hoy me rodea,
me pregunto...
¿Sentiría pavor en su alma?
o fui sólo yo,
quién albergó la fría espera.

 

Ana Barroso Molina