Menesteo

Reflexiones

 

 

Reflexiones

Creo tener el derecho por los años que hoy sumo, (que pasaron cuál los humos de una hoguera humeante) que hoy apesta más que antes, sin que se apague el rescoldo que dejaron los causantes, y después de ochenta años sigue desprendiendo humo, tan negro como la historia, que nos asfixia el olor que la juventud soporta.

Y los que somos mayores, sin haberla encendido, vamos camino de un siglo escuchando esa vieja historia.

Cuánto tiempo ha de pasar para calmar esos odios, que encendieron esas llamas y provocaron el drama que aún vive la nación.

Ochenta años de historia sin que sirvan para nada, dejando a la juventud empantanáda, sin poder abrir las puertas por estar siempre cerrada, en vez de dejarlas abierta para que la gente salga, para buscar sus caminos aunque empiecen de la nada.

Ofrezcámoles un presente donde se acojan prudente, por ser ellos diferentes en sus modos de pensar y tratar con otras gentes.

Hagamos una nación sin luchar con las guadañas, luchando tan solamente con las manos y las frentes para que sepan las gentes que éste es nuestro presente, que el pasado es pasado sin olvidar a la gente, solo queremos vivir en un mundo diferente para crear con el tiempo la historia de este presente.

Una moderna nación con las mentes bien abiertas sin dejar de debatir las cosas que nos afectan.

Yo quiero mucho a mi tierra, esa donde yo nací, donde jugando crecí y mientras estuve, viví. Sí, mientras viví, porque al hacernos mayores, muchos tuvimos que partir para buscarnos el futuro de nuestra vida y fuimos allí donde nos ofrecieron un trabajo que no había donde nacimos. Allí echamos raíces con el tiempo y se mezclaron nuestras sangre y nuestras culturas y nuestros hijos tenían abuelos de diferentes regiones de la nación, por eso digo que mi tierra es la misma que tu tierra, en donde nacieron nuestros mayores que sembraron con sudores raíces del porvenir. Un futuro con esfuerzos para los que han de venir, eso fueron los mayores que ante nos precedieron, para evitar a sus hijos, los males de su sufrir.

Si pensamos que, no hay mejor tierra que mi tierra y no hay mejor gente que mi gente, estamos cerrando nuestras mentes y las puertas del futuro malviviéndo el presente.

Menesteo