Abril en llamas nos aviva;
por favor, habitame las quemaduras
que estas raíces tuyas muerden
si las acaricia un viento del sureste
que no te trae.
Tu ruego pagano
como un preludio del ardor
escapa del templo.
Alejandría sobre tu cadera hecha de ruinas.
Hipatia borda constelaciones
de tu ombligo a mi boca y,
sin titubear,
trago la tinta.
Lo pienso, pero no te lo digo:
\"Todos mis poemas a cambio de tu incendio\".