El amor, simultáneamente cruel y bello;
totalmente doloroso y sanador,
nos sube a las nubes, y de golpe;
nos baja al infierno. Lo amamos,
aunque en ocasiones él nos odie,
porque es capaz de marchitarnos,
pero también de hacernos florecer.
No pide nada a cambio,
solo destrozarnos de vez en cuando.