Zapalandia

Te vencí y acá estoy todavía...

Ahí está él, sí el hombre de sotana negra, observándome, esperando mis últimas noches, precipitando la partida, augurando la despedida, no sé como llegaste y no sé cómo te irás , pero te alojaste en mi cuerpo y la batalla recién empieza. Estamos mano a mano en esta pulseada, no sé quien vencerá la odisea que propones, con sufrimientos dolorosos, serán días y días de larga  lucha enfrentados, mano a mano revolveré la adversidad que propones, estoy dispuesto a no resignar, mi cuerpo para que te lo lleves, ya no tengo fuerzas, pero no me vencerás, aunque sea el último suspiro, nunca abandonaré la batalla porque no es el momento de irme.

Solo yo, solo yo, sé que estoy preparado para que no ganes, la noche caerá en mi y no le digo adiós , tu si tal vez te vayas desilusionado, porque tu guadaña no se banca el amor y el sustento de la risa que es felicidad, porque mi corazón sabe que debe seguir latiendo hasta que yo lo decida, no hasta cuando tú quieras, no necesito de dios, si nunca me acuerdo de él, y ahora que estoy jodido no le voy a pedir que me ayude, sería muy falso de mi parte, así que esta lucha es entre voz y yo y de nadie más, si pierdo mi batalla será porque entregué mi último esfuerzo.

Que quede claro que si  mis fuerzas ya no dan más, será porque yo lo he decidido que sea así, no porque tú me hayas vencido, sino porque la vida útil de mi corazón fuerte será el vencedor en el tiempo gris que propones, ven peleemos, tengo medio cuerpo paralizado, pero aun me queda mi otra mitad, ahí te espero al filo del abismo haber quien cae, mis fuerzas todavía están intactas  por dentro, se que como llegaste, burlándote y a las carcajadas orgullosamente  vencedor,  y como llegaste te irás porque me miro en mi reflejo y soy el mismo de siempre, veo mi aura y mi cuerpo, lo físico es la vida, el reflejo es mi fuerza ven presenta la batalla, ahí estaré a la espera del último raund.

Quien caiga primero será el vencedor, sí, sí te deseo suerte, la vas a necesitar, porque mi amor a la vida va más allá de mi existencia, la eternidad será tuya, no mía, esa es mi única gran arma ante ti, el fuego de mi corazón nunca morirá, porque los que me quieren, siempre me recordarán y mi nombre seguirá recordándose por mis actos, y la solidaridad ante los demás, porque siempre fue el predicado de mi existencia, vivir y vivir  porque solo se trata de ser consecuente con uno mismo para dar y ayudar a todo aquel que lo necesite, y siempre tener ese gesto de buena voluntad, y no defraudar, porque cuando das todo vuelve en mas amor y eso basta para este corazón solitario, que no se rinde y sigue a pesar de lo obstáculos.

Te deseo suerte, y que gane el mejor….