Que mujercita que tenía en casa,
hasta las nueve de la mañana dormia;
yo me levantaba rayo el sol preparaba
mi desayuno y rumbo a mi trabajo,
regresaba en el ocaso hasta
se enojaba porque llegaba tarde
a preparar la cena, porque la amaba
tuve que soporta su humillación,
de pronto conoci a una linda dama
que me supo comprender la pena
que llevaba, me llene de valor la eche
de casa porque mujer como ella
solo sabe dormir; tragar y de trabajar
nada que nada y hasta por las noche
se enojaba porque la tocará, ahora
la encuentro en las avenidas sola
apenada, solo se que a mi vivienda
no vuelve mas porque en mi hogar
esta otra dama que me ama hasta
en la acoba es apasionada y en
nuestro hogar somos felices..