Toro Delgado

El Nocturno Caliente

Estoy perdido en la soledad de una eterna noche,
Me muevo por toda la cama,
La calle es fría y la ventana está abierta,
Pero la sangre me hierve.

 

Me inundan miles de recuerdos,
Mientras aumenta mi temperatura,
La sangre baja a chorros por mi cuerpo,
Y hay algo que no deja de gritar entre mis piernas.

 

Escondo bajo la almohada mis manos,
Pues me juré no cometer pecados,
Más no lo puedo soportar,
Estoy a punto de volverme loco.

 

Necesito estar sobre alguien,
Frente a frente,
Pecho con pecho,
Alma con alma.

 

Sentir su respiración agitada,
Rozar sus labios con los míos,
Acariciar sus caderas,
Y probar cada milímetro de su cuerpo.

 

Colocar su cara entre mis manos,
Poner sus piernas en mis hombros,
E ir de atrás al frente una vez tras otra.

 

Hacerle gritar mi nombre,
Implorar a Dios por auxilio,
Que me tome por los glúteos,
Y que rasguñe todo mi ser.

 

Quisiera morir de un orgasmo,
O solo salir corriendo,
Y perderme entre la oscuridad
Y la soledad de esta eterna noche.