Eric Vega

La Única

 

 

Hay momentos en que me alejo de sus horizontes,

pero créame, en ningún momento dejo de ser su amigo,

aun si nos dejamos, usted y yo, extrañándonos y distantes,

le aseguro que en otoño volveremos a usar abrigo.

 

Es necesario en espíritu saber que usted existe al menos,

es necesario porque desde allá, no creo que pueda creerle

o, siquiera, llevarle volando tomando sus manos,

tan solo déjeme saber entonces de su ser indeleble.

 

Cuando menciona en la habitación del sueño que me extraña,

me siento un extraño entero a mi inconexa realidad,

pero quisiera empezar a conocerla, lejos, lejos de cuando usted me daña,

o sea, en todo espacio o tiempo, en cualquier metro de eternidad.

 

Y yo quisiera escribirle a usted, pero en verdad escribirle,

hay tantas veces que siento que no me comprende,

es mi intención solamente el conocerle

a usted, pequeña de incienso, a usted que me quiere.

 

Usted es la única que puede desarmarme,

es por ello que quisiera pedirle con picardía

que usted, jovencita linda, pudiera guardarme

aún al final del día.