MARDON

MI AMULETO

Sutil tu manera de aparecerte,

entre sueños llegas vigilante,

tan divino como demonio

caballero andante, fuego

brillando en la oquedad.

 

Tu efigie se plasma de repente

 en los resquicios de mi mente,

eres brisa matinal llena de luz,

surges como un sutil observante.

 

Para siempre, de mi tren, pasajero,

sin alegorías te vuelves mi amuleto

llenando los días de bienaventuranza,

y de hermosos anhelos… mi sosiego.