Hermes Antonio Varillas Labrador

\"Mar y río, río y mar\".

\"Mar y río, río y mar\".

 

En esencia hay una gran diferencia entre el río y el mar.

Él que viene desde lo alto de la montaña

como natural fenómeno nos enseña,

que tiene que entregarse luego de hacer tanto ruido,

mansa y silenciosamente, sin más remedio

a los brazos del mar que lo recibe,

para demostrar el piélago que estando tan bajo

el más encumbrado se somete a su reinado

y por eso, con paciencia sabe esperar.

 

Y lo más importante, que como fases de un ciclo

nos dejan como lección que cada cierto tiempo

la vida te da la oportunidad de renovar,

es decir, de dulce te vuelves salado,

y de allí asciendes y transciendes,

por efecto de la evaporación a las nubes

para volver más tarde desde lo alto

por otro cauce o tal vez por el mismo,

el camino de descenso a transitar.

Es un proceso continuo que jamás ha de cesar.

 

Que quede como colofón:

Somos como ríos ruidosos unas veces

y otras como el inmenso mar

que, con su infinita fuerza y potencia,

unas veces se muestra hasta amenazante

por efecto del violento viento,

y otra en calma en homenaje a la paz.