Juan David Barón Bernal

Volví A Ser Yo

Volví a ser yo

 

 

La lluvia se evaporaba mientras hacía frío, quizá era humo, no sabia diferenciar el olor de la madera fresca con el de las flores nacientes mientras transcurría la noche.

 

La gente comentaba a murmullos una historia inimaginable, los diarios no hablaban de nada en especial, pero la tinta me generaba un sabor ahumado, no podía comprender que pasaba mientras la gente me miraba como a un niño haciendo travesuras.

 

La niebla se volvía densa y mis pasos pesados dejaban huella como si pudiera escribir sobre el asfalto, parecía que mi pasado conjugaba en presente una historia futura, eso sí, yo era el protagonista.

 

Abandoné las letras, pero ellas me pertenecían, había creado aquel humo que ocultaba mi sombra, anduve con el perdiendo mi propia silueta y regalando mi esencia a un viento volátil y frágil.

 

Aquel niño que la gente veía no era yo, es aquel pequeño que se ha llevado la mitad de mis letras, aquel que como yo valora la esencia de un atardecer y se emociona con el canto de los pájaros, es un constructor de mundos a pesar de que aún no entiende el papel que va a jugar en este.

 

Regreso mi sombra y con ella las ganas de volar, de sentir felicidad en los detalles y vaciar las generalidades, voy camino por mi propia calle con gente que llora a carcajadas por trivialidades, hojas que nacen del aire y lluvia que no se evapora, me moja, y me hace creer en el futuro, en un tiempo nuevo, y en la historia que quedara en puntos suspensivos el día en que me vuelva esencia y tenga que confabularme con el aire, en ese entonces aquel niño que los demás ven, continuara creando mundos que yo ni habría imaginado.