juanestrada

De madrugada

Amanece y llueve

con lenta algarabía

sobre los techos de la noche

 

Fluye un agua secreta

y las voces

de mil sapos invisibles

gritan al otro lado

del sueño.

 

Una bruma espesa

me brota del pecho

en el vasto campo

del insomnio

y el llamado de un pájaro

trae lentamente la mañana

y con ella las palabras

que nombran a este

hombre que espera

boca arriba.