Rosita de Mendoza

Un poema de amor

Casi medio siglo pronunciando tu nombre

en el secreto de las noches de insomnio

buscando cruzarte en las calles del pueblo

fingiendo la casualidad del encuentro.

Casi medio siglo amando en silencio

repasando diariamente pequeños recuerdos

para que no se me olvide tu risa primera

tu beso, tu pelo, tu piel,  tu caricia.

Casi medio siglo desafiando el tiempo

para que siempre me veas bella

aparentando que el reloj del cuerpo se detuvo

la tarde joven cuando dije te quiero

Casi medio siglo que el el hilo rojo

amarró nuestro trágico destino

sacrificios nuestros y prejuicios ajenos

llevaron nuestros corazones lejos

Hoy, con los pies cansados,

con el cuerpo caído,

con mi pelo blanco,

te amo como ayer,

te busco en los sueños,

te nombro en los silencios

con el corazón siempre nuevo

eternamente enamorado

esperando que el universo se  equivoque,

y liberados,

un día cualquiera,

si aún estamos vivos,

llames a mi puerta