Rafael Escobar

\"ESCOMBROS\"

 

Del amor que sembramos, se perdieron fervores,

y su pétalo terso se quedó sin fulgores.

 

Mis ensueños sedientos, por su gran apatía,

han perdido la fuente, que pasión le ofrecía

con los báquicos vinos, que su cuerpo traía,

y embriagaban mi vida con romántica orgía.

 

Los canarios perdieron su trinar cristalino,

que al amor le cantaba, con acorde divino,

 

y las frescas mañanas, de radiantes colores,

se quedaron sin brillo, por faltar la alegría

que le daban las rosas, de esplendor cristalino.

 

Destrozó mis anhelos con puñal asesino,

que segó silencioso, la esperanza que había,

de vivir un idilio perfumado de flores,

 

pues las sombras aciagas del ingrato destino,

implacables trazaron tenebroso camino.

 

Y sus labios callaron la febril melodía,

que con voz armoniosa, mi delirio esculpía,

y pintándome un cielo, que color no tenía,

en sus ojos serenos mi ilusión sucumbía.

 

¡Y los tiempos gloriosos, que nos dieron dulzores,

se volvieron las copas de terribles dolores!

 

Autor: Aníbal Rodríguez.