Por correr te perdí y ahora que no estás, sólo queda…
Un recuerdo de amor
Me gusta permanecer así,
sentada frente al espejo,
observando detenidamente cada gesto.
—¿Vanidad? No.
—¿Soledad? Sí.
Es difícil mantener el silencio,
que en un arrebato lo destierra mi voz,
diciendo, cada uno de mis anhelos
y repitiéndome que estoy así por amor.
Entre mis dedos un cigarrillo se aferra,
alejando un poco esa sensación
de estragos fríos y violentos,
que intimidan mi propio yo,
en un bálsamo de preguntas
que sin respuesta encuentro,
me siento aliviada y ausente
por darle yo mi consuelo,
lo que tardo en responder,
sí de tu voz yo recuerdo,
cuando juraste amor eterno
o si es como lo entendí.
Mi imagen se distorsiona,
cuando al mirar fijamente,
me encuentro entre las sombras
de un recuerdo indiferente.
—¡Solo fue por amor! —Ya me decía,
repitiéndolo, una y mil veces.
Y, aunque la flor se marchite,
sé, que vuelvo a quererte.