Yamila Valenzuela

Fortuna (álmicos)

 

 

 

Soy un  río muy diferente y quieto

único, de agua cristalina y fresca

a mi corazón y alma siempre reto

a que mi alrededor siempre florezca,

 

a encontrar la luz llamada ternura

de una mirada limpia y sosegada

la que se lleva prendida en el aura

con nobleza finamente bordada;

 

con hilos dorados y  de colores

haciendo sinfonía de luz blanca

y pétalos de coloridas flores

cantando las romanzas de alma franca.

 

Soy vehementes y jocosas risas

como aguacero del más crudo invierno

llevando en mi espíritu frescas brisas

al amor fiel, bondadoso y eterno.

 

También soy esa templada alborada

que junto al sol se levanta cantando

porque nací, crecí, a sus rayo atada

con un loco amor y mi alma florando.

 

Me alimentan los ángeles y estrellas

en la noche con plateada luna

haciéndome un coro celestial ellas

donde me topo la feliz fortuna;

 

del amor tierno, impoluto y sincero

el que con devoción un alma lleva

con el son de las rosas y un bolero

que a esos sensibles amantes eleva.

 

Soy ese suave sonido del viento

que al amor siempre se pega y renueva.

 

Yamila.