QUINSONNAS

BESTIA (SONETO)

 

 

 

Andando por el filo de un alambre

el miedo que soporto me atenaza,

un monstruo que me torna su carnaza

y viste con mis garras y pelambre.

 

Convierte mi valor en un enjambre

de todo lo que, tanto, me amenaza

al tiempo que le expone a mi coraza

los íntimos rugidos de su hambre.

 

Sus dientes corresponden a una fiera,

la misma en que unas fauces evidencio

iguales a las propias que denoto.

 

Me agitan de diabólica manera

y siendo yo la bestia penitencio

sumido en mi desgracia triste y roto.