Alexander Elías

PROMESA

He de escribir un poema diario. 

Un poema de agua y de espiga,

como el pan nuestro de cada día,

como vino que escancia paz y alegría.

Un poema pan, vino, paz, alegría, 

solemnidad de saliva.

 

He de escribir a diario un poema.

Si logro sobrevivir a la noche y la deriva

escribiré con gusto todos los días,

como recuerdo, como huella, como pista.

Un poema  amuleto, talismán, salvavidas,

saliva a sílaba.

 

A diario he de escribir un poema.

Para darle sentido al día a día,

para desprenderme de la vergüenza

de sentir culpa, por la sangre, por la vida.

 

Para reinventarle otra ruta al destino

escribiré un poema noche tras noche,

sílaba y compañía. 

 

A diario, un poema he de escribir, 

para encontrar el sentido de la vida

y llenar de algo la alegría.

Para decir que tengo recuerdos

y notar que dejo huellas y pistas,

compañía y fantasía. 

 

Un poema he de escribir a diario.

Escribiré un poema de poemas,

para incrementar mi inventario de amuletos

y descubrir el talismán que me defina.

Para no ahogarme de tedio sin salvavidas,

fantasía día a día…

Un poema a diario he de escribir,

mientras me dure la vida.