Hay instantes en que dejo volar la imaginación por el universo,
a través de mi ocular observo variadas escenas muy enrarecidas
mi corazón se comprime, quiere desaparecer, escucho un verso,
por mis mejillas resbalan lágrimas por aquellos mis seres suicidas.
Infinidad de cosas se deben realizar para lograr una equidad social,
la injusticia pulula por las atestadas calles sin encontrar un doliente
no existe un salvador que tome esta bandera como misión eclesial,
desde la majestuosa aparición del astro rey hasta el triste poniente.
Es indispensable empezar a soñar con un real cambio social radical,
las palabras no pueden exterminar del pueblo la arraigada hambre
todo se torna lúgubre al extremo, ya se perdió la alegría dominical
el ambiente es de un desgarrador entierro, se sufre fuerte calambre.
Los pesimistas pregonan que se acerca la esperada final extinción,
lo que ahora necesita el mundo es toda una gigantesca revolución
se aproxima el momento en que la sociedad produce una fusión
y tapona sus oídos para cerrar la entrada de una densa alocución.
Jaime Muñoz,17 de julio de 2020